Lo digo en serio, no hay juez más injusto de uno mismo que "uno mismo", y es más notable que nunca cuando se padece de depresión clínica.
Probablemente, incluso si superficialmente piensas que es "tu vida", "tus circunstancias" las que te tienen deprimido, en el fondo, y esto es visible claramente cuando se dan los "rompimientos mentales"/"mental breakdowns", consideras que en verdad tus circunstancias no justifican tu depresión, y es qué no ves el culpable en "algo externo", si no que fundamentalmente crees que tú eres el problema, incluso algo en ti que no logras diluzidar. Pero es una mentira, una farsa, un delirio, no eres lo horrible que crees que eres, no mereces sufrir en verdad, no eres alguien "especial que merece sufrir a diferencia del resto", no, eres un ser humano, y por tanto eres antes que humano, un ser, una entidad, que merece ser amada y merece estar mejor "por el solo hecho de ser parte de todo el resto", que a su vez, es algo que escapa a nuestra percepción y conceptualización. Cuándo te perdones a ti mismo, cuando te ames a ti mismo, obtendrás la tranquilidad que tanto ansías, y lo lograras, a pesar de que parte importante de ti este en contra de ese objetivo y del mero hecho de que lo desees. "Todos" somos seres desintegrados, por ello la palabra integro se usa para referirse a "personas virtuosas", somos seres "internamente" conflictuados, todos estamos en un conflicto con nosotros mismos, pero ese conflicto no necesariamente implica perder ante uno mismo, también se puede ganar, y la victoria sobre uno mismo, a diferencia de la derrota ante uno mismo, si es algo definitivo, absoluto.