Visto el capítulo 41, pues la Turbo Abuela nos confirma algo que se veía sospechando, Jiji es un prodigio que posee un talento innato para los poderes psíquicos, además de que posee un potencial físico mayor al del humano promedio. Y bueno, ese espíritu se ha hecho con su cuerpo al punto de derrotar al gusano de Mongolia, pero ahora le tocará enfrentarse a Okarun.
En serio, esa Turbo Abuela sabe muchas cosas, lo entiendo en parte por ser Yokai y saber de espíritus, pero a la larga esto puede ser medio tedioso. Igual no deja de ser un mal capítulo, ahora veremos a Okarun luchando con todo contra Jiji poseído.