Visto el capítulo 18, Anya haciendo su maximo esfuerzo para no reprobar, y aunque no reprobó, tampoco logró nada extraordinario, primero con su tío que no le enseño ni mierda y para acabarla de a molar descubrimos que los eclipses impiden que Anya no pueda usar sus poderes mentales, un dato curioso cuanto menos.
Por otro lado conocemos a Daybreak, un agente inepto que se cree la octava maravilla, es decir, un cringelord.