Parece que incluso Okarun necesita de la bola dorada para usar sus poderes, cuando es él el poseedor de una :u Bueno es cierto que ya se unió a él pero debería de poder... en fin le toca recuperar la bola como sea o se mueren.
La situación se siente tan random cuando aparecen personajes que no tienen nada que ver en el conflicto.
La maldición logró escapar y ahora quiere a la Delegada.
Pero entre todo este momento, Okarun decide confesarse. De manera inesperada llega la confesion, aunque Ayase le pidió hacerlo de nuevo :u Y bueno Ayase y la Turboabuela se pueden morir si no derrotan a la maldición.