Su nuevo entrenador será Ego Jinpachi, quien intenta 'destruir el fútbol japonés de perdedores' al introducir un régimen de entrenamiento completamente nuevo: encerrar a 300 jóvenes delanteros en una especie de prisión llamada 'Blue Lock', haciendo que deban superar un riguroso entrenamiento para crear al 'mejor goleador egoísta de todo el mundo'.
Isagi Yoichi, un delantero, recibe una invitación a este programa justo antes de que su equipo pierda la oportunidad de ir al Campeonato Nacional por pasarle el balón a su compañero menos habilidoso de todos -fallando el tiro a puerta-, evitando intentar hacer el gol que hubiera cambiado el partido por sí mismo.